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El administrador tiene la responsabilidad de establecer políticas y procedimientos que sean adecuados para la gestión eficiente del condominio. Estas políticas aseguran una organización estructurada y un funcionamiento sin contratiempos.
Una de las primeras tareas del administrador es elaborar un presupuesto de egresos detallado. Este presupuesto cubre todas las necesidades operativas y administrativas del condominio, asegurando que aspectos como el mantenimiento y la seguridad estén debidamente financiados.
El administrador debe calcular la cuota de mantenimiento mensual que cada propietario debe pagar. Esta cuota, basada en el presupuesto de egresos, es esencial para mantener la estabilidad financiera del condominio.
El administrador también es responsable de la selección y contratación de los proveedores y servicios necesarios para el funcionamiento del condominio. Esto incluye servicios de limpieza, seguridad, jardinería, entre otros, y debe asegurarse de que estos se presten de manera oportuna y eficiente.
Otra responsabilidad clave es realizar los pagos a los proveedores y servicios de manera puntual, evitando interrupciones en los servicios debido a pagos atrasados.
Para mantener la transparencia, el administrador debe enviar un reporte mensual de actividades y financiero a todos los propietarios. Este reporte detalla las actividades realizadas durante el mes y ofrece una relación completa de los ingresos y egresos, permitiendo a los propietarios una visión clara de la gestión del condominio.
En resumen, el administrador juega un papel crucial en la organización y gestión del condominio, asegurando operaciones eficientes y transparentes, y manteniendo informados a los propietarios sobre el estado financiero y operativo del condominio.
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